Recorriendo los Pirineos en autocaravana
Una breve pero intensa aventura en familia- 5 octubre, 2016
- Viajes en autocaravana
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El viaje: 4 días en los Pirineos, en agosto de 2016
Los pasajeros: dos adultos y dos niños
Vehículo elegido para el viaje: Camper Knaus Box Star Family
El viaje comienza con una primera etapa, que nos llevará desde Valencia a la población de Arguis, en Huesca. Un total de 430 km. de la autovía A-23 que tomamos en Sagunto. Son aproximadamente cuatro horas de viaje hasta alcanzar el pantano de Arguis, donde paramos a almorzar.
Una vez allí, continuamos el viaje por la N-330 a Sabiñánigo, pueblo desde el cual tenemos dos opciones para llegar al Parque Nacional de Ordesa: subir por Biescas o por Fiscal, opción última que escogemos, tomando la N-260 dirección Fiscal-Sarvisé-Broto y Torla, a los pies de Ordesa. Existe una zona muy buena para visitar el pueblo de Torla, e incluso para pernoctar en el parking del centro de visitantes sector Ordesa. Allí llegamos sobre las 7 de la tarde, hora perfecta para arreglarnos, dar una vuelta por el pueblo y buscar sitio para cenar.
Como alternativa, otro lugar muy recomendable para dormir y pasar un buen día de excursión, es el refugio de Bujaruelo, aunque os advertimos que a partir de Torla la carretera se complica un poco.
A la mañana siguiente nos dirigimos por la N-260 dirección Biescas, el tramo que no hicimos el día anterior. Las carreteras son de similares características, ambas estrechas con muchas curvas, pero como no íbamos con prisa pasamos sin ningún problema. Dejamos atrás Biescas -ya volveremos en otra ocasión- y nos dirigiremos al embalse de Lanuza, un sitio perfecto para practicar deportes acuáticos. Además, hay un pequeño bar para comer en el embarcadero de Suscalar.
Rumbo a Francia
Sobre las 15.00 h. salimos dirección Formigal, desde donde continuaremos hacia Francia por el puerto fronterizo de Portalet d’Aneu, donde encontramos muchos ciclistas subiendo por ambos lados -español y francés- no con poco esfuerzo. Desde la carretera divisamos el Fuerte del Portalet, una espectacular fortificación militar del siglo XIX, excavada en la montaña para proteger la frontera, que se puede visitar; pero eso sí, no permite la visita con niños pequeños porque hay zonas del recorrido ciertamente peligrosas.
Por este camino nos dirigimos al Lac de Fabregues, donde parte el teleférico hasta la estación de esquí de Artouste, punto de partida para una excursión que realizamos por la tarde. Ya en las pistas de esquí, cogemos el tren de Artouste, que recorre un espectacular paisaje por el Valle de Ossau, a los pies del Pic Lurien, entre otros grandes picos. La excursión termina con una pequeña ruta hasta un espectacular ibón, un lago de alta montaña a más de 2.000 metros de altura, cuyas aguas cristalinas invitan a darse un baño.
Por la noche, tenéis un área de descanso para pernoctar en autocaravana, que cuenta con todos los servicios. Está situada a los pies de la montaña, junto al pequeño pueblo de Artouste, donde poder degustar los típicos crepes franceses.
Nosotros decidimos pasar la noche a unos 2 kilómetros de Artouste en dirección a España, en un pequeño valle con un río donde pernoctan algunas AC. Es una zona agradable, protegida por las montañas y con un cielo estrellado que pocas veces habíamos visto. A la mañana siguiente tuvimos una grata sorpresa, sobre todo para los más pequeños, ¡nuestro improvisado hotel se había llenado de vacas! (como podéis ver en la imagen superior).
Tercer día: Biescas
Comenzamos a recoger el campamento y nos dirigimos de nuevo a Biescas, en concreto al Camping Gavín, muy recomendable por su trato exquisito. El restaurante también estuvo fenomenal, y el entorno es privilegiado. Desde el camping sale una senda de 2 km. que se puede hacer en bicicleta o caminando (se hace aproximadamente en una media hora o 40 minutos si vas con niños), dicha senda te lleva al complejo Biescas Aventura, un parque de tirolinas ideal para ir con los peques.
Y aquí termina nuestro pequeño periplo, no sin antes darnos un ultimo baño en una bonita zona de picnic con un rio muy pero que muy frio, y esperando que la próxima aventura sea pronto, ¡y dure más tiempo!
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